Y por unos días el mundo es un lugar más seguro: las aves salen de sus nidos, las madres pasean a sus hijos y las DJ´s salen libres a la calle sin temor a vasos voladores proyectados en dirección de sus cabezas. Todo es lindo.
Lindsay Lohan / AP
He aquí la imagen oficial del arresto de Lindsay Lohan, no ajusten sus monitores, en efecto,el bronceado de Lilo es prácticamente monocromático con el uniforme de prisión; y eso que están viendo en su boca, tampoco lo están imaginando, la nueva presa está conteniendo una sonrisa que nos deja entrever que ya localizó las bolsas de harina de prisión *las fosas nasales más veloces del Oeste de Lynwood*
La actriz estará prácticamente ocupando la celda que alguna vez Paris Hilton llamó alcoba y como vecina de reja podrá presumir de tener a Alexis Neiers, estrella de reality show mejor conocida por vaciar la casa de Orlando Bloom como aspiradora humana. Es decir, Lindsay Lohan vivirá los próximos noventa días en una especie de Wisteria Lane con un toque de queda de 22 horas.
En Lynwood las reas tienen prohibido fumar y usar cualquier tipo de gadget que les permita comunicarse con el exterior, lo que significa que, por tres meses, nos veremos faltos de esos magníficos twits que Lindsay tenía planeados al estilo de “No puedo creer que me prohibieran beber de la botella de mertiolate…¿a qué clase de enfermera se le ocurre que es para untarlo?”
Además de los gadgets, Lindsay Lohan tuvo que entregar su reloj, joyería, extensiones de pelo, medicamentos *le juro que son pastillas para el asma* y cualquier otro tipo de accesorio que trajera con ella al momento del ingreso. Pero no todo está perdido, pues en Lynwood las presas tienen el privilegio de una pequeña televisión en la que noche con noche se ven programas como “I love Lucy”, “La rueda de la fortuna” y algunos noticieros locales.
A la actriz también le fueron entregados un tubo de pasta dental, un cepillo de dientes, tres desodorantes, tres botellas de shampoo y un jabón que serán sus compañeros y amigos durante esta odisea surreal que a partir de ahora llamaremos “Un respiro para el mundo”.
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